viernes, 7 de diciembre de 2012

DEL NIDO: “NO HE PERDIDO UN ÁPICE DE ESPERANZA; LO MEJOR SIGUE ESTANDO POR LLEGAR”


Fue autocrítico en su discurso, asegurando que “la prueba evidente de que lo hicimos mal es que con un presupuesto de gastos, que no de ingresos, para competir por meternos en Liga de Campeones.


El presidente del Sevilla FC, José María del Nido, combinó realismo con el habitual optimismo que ha caracterizado a sus más de diez años de mandato y que tanto bien ha reportado al club en términos deportivos y económicos. 

El dirigente, en su discurso, ante los accionistas congregados en el Melia Lebreros, que representaban a un 61,29% del capital social de la Entidad, no puso paños calientes, ni mucho menos, a la hora de valorar negativamente la temporada pasada, admitiendo que el resultado deportivo estuvo muy por debajo de las expectativas creadas por la fuerte inversión realizada. 

Sin embargo, siempre desde una óptica sensata, haciendo hincapié en lo que es el Sevilla FC verdaderamente con respecto a sus competidores, aseguró que “el proyecto no está agotado”, porque los dirigentes siguen teniendo “el ímpetu necesario” para que eso no ocurra, afirmando que “va a seguir arriesgando para aspirar a algo más de lo que nos corresponda”. El discurso fue el siguiente: Es la décimo primera vez que subo a este atril para rendiros cuenta de la gestión del Consejo de Administración que presido. 

Y lo hago con la doble obligación de explicaros las razones que nos llevaron a presentar en la pasada campaña el peor balance deportivo y económico de nuestros ya diez años al frente de la Entidad, y al mismo tiempo, presentar mi candidatura a la reelección del Consejo de Administración para los próximos seis años, en la confianza de que volveré a obtener el refrendo de esta Junta.


Desde la temporada 04/05, hemos venido asumiendo el riesgo de tener un presupuesto de gastos por encima de los ingresos previsibles por anticipado de la Entidad. 

Año tras año, hemos venido sistemáticamente presentando balances económicos de gestión con saldo positivo, pero siempre fruto de haber podido gestionar ventas con beneficio de activos futbolísticos, sin merma de la competitividad de la plantilla,las que nos han permitido durante todos estos años equilibrar el balance. Pero no nos engañemos: este Club no habría nunca aspirado a los éxitos deportivos efectivamente alcanzados en los últimos siete años, si no hubiera sido gastando más, mucho más, de lo que sus ingresos ordinarios le permiten. Hemos seguido vendiendo en las dos últimas temporadas mucho y en la mayor parte de los casos, bien, pero la eliminación en Braga de la Liga de Campeones (09/10), la eliminación de la Europa League en Hannover al siguiente año (10/11) y la no clasificación para competición europea en este pasado ejercicio (11/12), son las causasmas directas, aunque no únicas, del déficit presupuestario que presentamos en esta pasada temporada de 15 millones de euros y del que hemos presupuestado para el próximo ejercicio de en torno a cuatro millones de euros. 

Ambos, en pérdidas. Y aunque la afirmación sea de perogrullo, perdemos porque gastamos más de lo que generamos, aunque eso sí, con la relativa tranquilidad que nos dan los beneficios acumulados en ejercicios anteriores y sin comprometer la viabilidad financiero-patrimonial del Club. Esta sociedad, sin vender jugadores, con unos ingresos de entre 50 y 55 millones de euros, sólo alcanzaría la disputa de una competición europea una vez cada seis años, y ese no ha sido, evidentemente, el bagaje de los últimos nueve ejercicios. Tenemos una sociedad bien estructurada, fruto del trabajo de todos estos años atrás, donde en cada departamento existe un responsable que sabe qué es lo que tiene que hacer, cuáles son sus responsabilidades y a partir de qué momento; y qué cuestiones exceden del ámbito de sus competencias. Creo que hemos demostrado con creces cuáles son nuestras capacidades y que estamos facultados para seguir dirigiendo este Club, estabilizándolo en los lugares altos de la competición española.

Pero no creamos que esto es fácil, ni que es nuestra obligación como entidad siempre estar arriba, ni que lo vamos a conseguir en todos los momentos. En el apartado deportivo, pese a que el volumen de aciertos es infinitamente superior al de los errores, no nos podemos engañar: este capítulo, el más importante de la sociedad, no es una ciencia exacta. Y ni debemos dramatizar, ni olvidar de dónde venimos, los aciertos que hemos tenido, los rivales con los que peleamos, y que también nos podemos equivocar. Creo que la ilusión, la fuerza y la capacidad, son los tres pilares fundamentales que ha de reunir quien en cada momento se presente en la Junta General de Accionistas del Sevilla FC para aspirar a dirigir esta Entidad; además del apoyo accionarial necesario como para tener la estabilidad que el cargo requiere. La pasada campaña, desde el punto de vista deportivo, ha sido un auténtico quiero y no puedo, de intentar alcanzar una plaza europea que se nos negó durante toda la temporada. La prueba evidente de que lo hicimos mal es que con un presupuesto de gastos, que no de ingresos, para competir por meternos en Liga de Campeones, quedamos clasificados en la mitad de la tabla. Y, encima, perdimos 15 millones. Pero no podemos detenernos ahí, más allá de daros en el apartado económico cuantas explicaciones solicitéis sobre los detalles de esas pérdidas.



Cuando el 21 de mayo de 2002 me presenté ante ustedes para pedirles la confianza para poder dirigir la nave sevillista, lo hice con la experiencia acumulada durante mis años de aprendizaje al lado de Luis Cuervas, mi antigüedad como socio y la ilusión de poder conseguir algo importante para nuestro Sevilla FC. Sigo teniendo la misma ilusión del primer día. No he perdido un ápice de esperanza en la afirmación de que lo mejor sigue estando por llegar. A ello he acumulado los más de 10 años de Presidente de esta Entidad, con un currículo que ya hubiera yo querido para mí, si me lo hubieran ofrecido al comienzo de mi mandato.

Todavía creo que nos quedan cosas por hacer y que tenemos el ímpetu necesario como para poder afirmar que nuestro proyecto no se ha agotado. La experiencia ha sido intensa, las situaciones creadas en estos años son imposibles de acumular si no es sobre las premisas de haber sabido dirigir esta nave sobre los pilares de los conocimientos en la gestión, la capacidad en la práctica y el corazón necesario, sólo el necesario, y en los momentos precisos. Creedme si os digo que tenemos la capacidad suficiente para volver a soñar con cosas importantes para nuestro Club, sobre la base de no olvidar ni de dónde venimos ni lo que verdaderamente somos. Y, sobre todo, que tenemos la ilusión, la fuerza y la capacidad para dirigirlo en los próximos seis años.

Pero al mismo tiempo no quiero engañar a nadie. Para aspirar a algo más que a deambular por la Primera División del fútbol nacional sin pena ni gloria, a clasificarnos una vez cada seis años para la UEFA, a disputar una semifinal de Copa cada 13 años, que es lo que hicimos entre el 63 y el 2002, para eso, además de varios descensos, no me propondría de Presidente. Voy a seguir arriesgando para aspirar a algo más de lo que nos corresponda. Pero sin engañar a nadie. Acertando en la mayoría de las veces, pero errando también en algunas ocasiones. Que todos sepamos que no llegamos a los 30.000 socios (teníamos 22.500 en la temporada 01/02), que de los que tenemos, más del 50% son abonos bonificados (jubilados, menores de 5, 14, menor de 21, grada joven, familias numerosas y minusválidos) y que la recaudación por este concepto está en torno a la media de los Clubes españoles de Primera División. Vendemos muy por debajo de la media nacional en abonos VIPS y en palcos dentro del estadio, y eso hace que la recaudación por este concepto nos baje una barbaridad la media en relación a nuestros competidores.


Pero le seguiremos echando dosis de imaginación, sacaremos lo mejor de nosotros mismos en la gestión y buscaremos nuevas fórmulas para en la crisis financiera actual, seguir en la pomada de los que aspiran a quedar entre los seis primeros del fútbol nacional. 

El saneamiento de nuestra entidad y la progresiva adecuación de nuestro presupuesto de gastos a los verdaderos y reales ingresos de nuestra Sociedad, seguirá siendo nuestro objetivo y sobre él, seguiremos cimentando el Sevilla FC del futuro. Ningún proyecto deportivo hipotecará nuestro futuro, aún cuando seguirá siendo nuestro reto el ser cada día más fuertes e importantes futbolísticamente en el elenco nacional. Con vuestro apoyo y remando todos en el mismo sentido, seguro que será más fácil conseguirlo.

Propondré, en el momento adecuado de la Junta, un Consejo donde se verá representado el capital, la continuidad de los que forman parte de mi proyecto como gestores y la entrada de nuevos miembros que forman parte de la familia sevillista desde hace muchos años y que pertenecen a una nueva generación. Son todos magníficos sevillistas y a nadie vamos a estigmatizar por su apellido. Muy al contrario, con su trabajo nos tendrán que acreditar su valía y su sevillismo. No voy a dejar de hacer una referencia a la situación deportiva de nuestro primer equipo. 

Todos tenemos la preocupación lógica por el mal momento que atravesamos. No dudéis que en el club no paramos de buscar no solo los motivos de la situación actual, sino las posibles soluciones que se tengan que adoptar para salir de ella. Y al final, ya veréis como si, como casi siempre, conseguimos los objetivos ¡Gracias y viva el Sevilla!